Con el descubrimiento de América, Sevilla se convirtió en la capital del Renacimiento. Su papel fundamental como puerto de donde salían y adónde llegaba todo lo relativo con el nuevo mundo la hizo una ciudad en la que fluía la riqueza y en la que comenzaron a residir importantes comerciantes y autoridades. A razón de esto, numerosos artistas italianos se trasladan a la ciudad andaluza, con vista a prosperar trabajando para las nuevas fortunas. Sin embargo, sigue perdurando el estilo mudéjar presente hasta la época, esta confluencia permite que en las casas de familias pudientes aparezcan mezclados elementos renacentistas y mudéjares, como sucede en la Casa- palacio de Salinas en Sevilla.
Casas-palacio de Sevilla
Situada en la calle Mateos Gago, fue ordenada construir por un mercader, y por su cercanía la catedral, intuimos la importacia de esta familia en aquella época. Tras varios cambios de dueño y restauraciones, se intentó devolverle la mayoría de sus detalles originales. Hoy en día se puede visitar de lunes a viernes y es sin duda una joya dentro las preciosas casas- palacio que se reparten por Sevilla.
