En pleno centro de Sevilla, encontramos el Barrio de Santa Cruz, uno de los más importantes y emblemáticos de toda la ciudad. En años de conquista por parte del rey Fernando III, éste se asentó en la que se convertiría en la segunda comunidad judía más importante de España, después de Toledo.
Por otra parte, está muy bien situado en cuanto al resto de monumentos importantes de la capital andaluza, ya que se encuentra en una encrucijada entre la Catedral, el Alcázar y los Jardines de Murillo, por lo que se puede visitar fácilmente y disfrutar de sus calles, llenas de historia y leyendas, y de lugares insólitos que serán difíciles de igualar.
La Susona, leyenda del Barrio
La Susona era una joven judía que vivía junto con su padre, Diego Susón, en el que hasta entonces era el barrio judío de Sevilla. Por azares del destino, se enamoró de un soldado cristiano, al cuál salía a visitar todas las noches cuando su padre dormía. Una noche, aguardando el momento de la huída, escuchó a los judíos planear una batalla para acabar con todo el ejército cristiano de la ciudad. Esa noche, Susuna le contó todo a su amante, no sabiendo ésta que en represalia, serían asesinados todos sus vecinos judíos, incluído su padre. Llena de remordimiento, hizo un testamento, el cuál decía que se colgara su cabeza separada de su cuerpo en la puerta de su casa, para recordar a los jóvenes que jamás se debe perder la cabeza por amor.
